Poesía presencia

Tiempo y Eternidad

El ser humano camina en el tiempo,
mide su vida en relojes y calendarios,
recuerda lo que fue,
desea lo que vendrá.

Pero hay instantes sagrados,
cuando el alma se abre y se conecta,
en que el tiempo se disuelve
y solo queda el ahora.

El presente se vuelve vasto,
contiene al pasado y al futuro,
y se revela como eternidad.

La eternidad no es infinita distancia,
es profundidad de presencia.
Es el latido en el silencio,
es la mirada que une,
es el instante que no termina.

Cuando estamos conectados,
el corazón mide experiencias,
no minutos.
El tiempo se curva,
y lo eterno nos habita.

Entonces comprendemos:
no somos prisioneros del tiempo,
somos viajeros entre dos ríos:
el río que corre,
y el océano inmenso del Ser.